jueves, 20 de mayo de 2010

España en los titulares (Columna Bajo la Sombra del Olivo-Página Siete-20/06/10)

España nos está dando mucho de qué hablar en las últimas semanas, pero al margen de sus hazañas deportivas, el resto son malas noticias. La peor de todas debe ser seguramente el calamitoso estado de su economía, que la semana pasada terminó activando las alarmas europeas e internacionales. Como ya se va haciendo costumbre, la situación pasó directamente de un “no pasa nada, todo está bajo control, España es una economía ultra sólida” al “están al borde de la quiebra, y si no hacen esto y aquello, los dejaremos morir”. Tal parece que la Unión Europea no está para juegos después de la bancarrota griega y los tropezones portugueses, al punto que no dudaron un instante en asesinar políticamente al presidente del gobierno español.

Me dio un poco de pena ver el papelón de Rodríguez Zapatero tirando por el caño toda su política social por mandato del FMI y echando el peso de las durísimas medidas sobre jubilados, empleados públicos, enfermos y embarazadas, y no sobre los verdaderos responsables, los especuladores financieros. Allá él, sabrá lo que hace (o lo que le han hecho hacer) pero nosotros, a éste lado, ya sabemos los resultados de esas recetitas.

El tribunal supremo español también ha dejado atónito a medio mundo suspendiendo al juez Baltasar Garcon por supuesto prevaricato en los procesos relacionados con crímenes de lesa humanidad cometidos durante la guerra civil española. La derecha retrógrada franquista todavía sigue vivita y coleando en España, y a puesto a funcionar todos sus mecanismos para sentarle la mano al señor Garcon. Sí señor, aunque usted no lo crea, se trata de investigaciones sobre hechos ocurridos hace más de setenta años, prueba irrefutable de que las viejas heridas en España aún no han cicatrizado y de que detrás del “milagro económico español”, se esconde un obscuro subdesarrollo político.

Nuestro presidente ha puesto la cereza en la torta y se ha mandado unas declaraciones explosivas en una de esas reuniones con sesenta presidentes más en Madrid. Les ha dicho sin agachar la cabeza, que no sean sinvergüenzas, y que dejen de maltratar institucionalmente a los ciudadanos bolivianos en España, que no hacen otra cosa que trabajar honesta y sacrificadamente, y no como cuando la cosa fue al revés. Yo agregaría: ¿Quién les pidió visa a los que llegaron acá, largados, huyendo del franquismo? ¿Que eso pasó hace mucho tiempo? No lo sé, pregúntenle al juez Garzon.

El diplomático Evo, remató recordándoles que el PP conspiró directamente contra su gobierno colaborando con la derecha en Bolivia. La reacción de los populares fue inmediata y, como siempre, cargada de fascismo y xenofobia. A los que esto les parece un disparate, les contaré un episodio alucinante ocurrido en el boliche La Gitana hace tiempo: Un amigo español, muy confiable por cierto, encuentra a un compatriota, le pregunta a qué se dedica, y el tipo le responde que a conspirar contra Evo Morales desde Santa Cruz y, entre copa y copa, le desliza una tarjeta personal, con membrete del PP. A confesión de partes, relevo de pruebas.

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