jueves, 8 de septiembre de 2011

El pecado mortal de los paceños (Columna Bajo la Sombra del Olivo-Página Siete-08/09/11)

Quién lo diría, parece que después de todo, la ciudad enemiga del gobierno no había sido Santa Cruz, si no La Paz. Mientras las élites residuales cruceñas se acomodan de a poquito con los vencedores, para conservar al menos su rol como factores económicos, los paceños estamos pagando el precio de la osadía de no haber votado por el MAS en las elecciones municipales.

Ese es el mar de fondo de la operación política montada por el gobierno, a través de los municipios de Palca, Achocalla y Mecapaca, para generar en la ciudadanía paceña la sensación de un cerco político y un estado de zozobra y amedrentamiento. La movida no es gratuita, y responde a la amenaza electoral que representan las clases medias paceñas en las próximas elecciones de magistrados el próximo 15 de octubre.

Para comprender lo que ocurre hoy, es bueno que volteemos la mirada hacia atrás, y recordemos que en abril de 2010 la ciudad de La Paz le dio una tremenda lección política al presidente Morales y al MAS, que al parecer no están dispuestos a perdonar. En aquellas elecciones para alcaldes y gobernadores, ésta ciudad, que había dado muestras fehacientes en su apoyo permanente al proceso constituyente, mostró nuevamente su madurez ciudadana y decidió que, más allá de las posiciones políticas, elegía renovarle la confianza a una gestión municipal, que en el balance de diez años, había dejado un saldo positivo, visible en las calles y en la calidad de vida.

Nuestro pecado mortal fue haber decidido en base a nuestros intereses locales, haberle puesto un límite al copamiento hegemónico, haber pasado por alto las rencillas políticas entre el MAS y el MSM, y con eso demostrar que no somos una ciudad que se la pueda llevar por las narices. El resultado de nuestra integridad ciudadana y cívica fue entendida como un golpe bajo por el gobierno, y como un peligroso antecedente que no debe volver a repetirse.

Detrás del inmediatismo y la ingratitud con La Paz, parece estar implícita la amenaza en caso de que no se nos ocurra votar nulo e 15 de octubre, y para ello se han tomado la molestia de mandarnos a los vecinos y comunarios adyacentes, con el patrocinio y el alto auspicio de los poderosos loteadores y traficantes de influencias. A tanto llega el encono, que hasta el Gobernador Cocarico se ha afanado en atizar el fuego y tomar parte en el asunto, apareciendo después de casi dos años de gestión fantasma.

La lista de demandas emanadas del raquítico cabildo, entre las cuales figuran el desalojo inmediato de cuatro sub alcaldías, el traslado del relleno sanitario de Alpacoma, la abrogación de no sé cuántas leyes y el retorno a los “límites ancestrales”, no resisten ningún tipo de análisis serio y develan, por sí solas, la intencionalidad política de la movilización. Es por ello que la única salida cuerda y razonable a un conflicto de tan vieja data, y que tanto ha beneficiado a ciertos aprovechados, es un referendo en el que sean los vecinos de cada zona, los que decidan a que municipio deben pertenecer.

Se equivocan nuevamente el gobierno y sus huestes en pensar que con éste tipo de amedrentamientos y amenazas, podrán doblegar a la ciudadanía paceña, y menos aún, influir en la dirección del voto en las elecciones de magistrados. Deberían ya saber a éstas alturas, que la ciudadanía paceña está por encima de las mezquindades partidarias, y que las agresiones en su contra cobran factura, más temprano que tarde.

1 comentario:

  1. Un análisis acertado en sus aspectos de divisar las estrategias de fondo que animan a las movilizaciones digitadas por y desde el poder.
    Sin embargo lo que es difícil convenir es que la estrategia esté dada por tratar de doblegar a la ciudadanía de esta insigne ciudad.
    Al poder no le interesa ese objetivo primario de someter. El cálculo es que tomando la GMLP toman el control del poder para manejar los importantes fondos que maneja ahora su contrario.

    Como ya sabemos las gestiones que han demostrado en la mayoría de los municipios y gobernaciones, controladas por el poder, alcanzan a niveles paupérrimos y a lo más torpes e ineptos. Pero la idea es el puro control, sin importar que resultado se obtiene.

    Los ciudadanos...? Pues seremos como en el silencio de los inocentes?

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