domingo, 26 de junio de 2011

Otros, contra los mismos de siempre (Artículo Suplemento Ideas-Página Siete-26/06/11)

No les caería nada mal a los políticos europeos darse una vueltita por Bolivia para ver y entender qué es lo que les espera. Pienso especialmente en los españoles, y específicamente en los caballeritos del Partido Popular, que después de haberle propinado una brutal paliza al PSOE en las últimas elecciones autonómicas y municipales, cuentan ya impacientes, los días para hacerse cargo del gobierno de su país. Ellos, a la cabeza del virtual próximo presidente del gobierno, Mariano Rajoy, fueron y son, violentamente críticos con Rodríguez Zapatero, por mantener lazos de amistad política con la “izquierda populista salvaje” de Latinoamérica, y con el presidente Evo Morales.

Rajoy y su partido, al igual que muchos bolivianos que jamás comprendieron el proceso constituyente, están convencidos de que la izquierda popular de los sudacas debiera de estar proscrita de la comunidad internacional, pues los Chávez, Morales y Castros son poco serios, no respetan las reglas del juego político y financiero, y además no comparten los ideales de sus verdaderos aliados, es decir la democracia, la libertad y el libre mercado. Con matices más o matices menos, en general la derecha europea ve con recelo a la izquierda sudamericana, por su sospechosa conducta asistémica y por su alto grado de contaminación con movimientos sociales, que condenan el modelo financiero capitalista y su expresión política, la democracia liberal y representativa.

¿Y en casa cómo andamos?, habría que preguntarles: Pues al parecer, algo contagiados del subdesarrollo político tercermundista. España y Grecia son en botón de muestra de lo que se está gestando en una Europa al borde de un ataque de nervios. El 15-M de los Indignados españoles, que sufrió el intento de los medios de ser caracterizado como un zafarrancho de jovenzuelos zaparrastrosos, lejos de disolverse con el paso de los días, ha alzado vuelo con movilizaciones múltiples que han convocado a multitudes (de jóvenes y no tan jóvenes) en toda España y en varias ciudades europeas.

Pese al intento de descalificación del establishment político, que insiste en que solamente son jóvenes, pocos, violentos, y que representan al tradicional segmento electoral de abstencionistas, los Indignados han trascendido ampliamente la caricaturización mediática, interpelando a la clase política con demandas mayores: “¡Democracia real, ya! Europa para los ciudadanos y no para los mercados; no somos mercancía en manos de políticos y banqueros”. En claro español, cambios radicales en el sistema político y en el modelo económico, ¡En el primer mundo! ¡Qué horror! ¡Ese discurso que teóricamente era exclusividad de los indios revoltosos que bloqueaban nuestros caminos y pedían huevadas, por puro ignorantes!

Pues bien, los Indignados reivindican una sociedad basada en la igualdad, la solidaridad, la sostenibilidad ecológica, el derecho a la vivienda, el trabajo, la salud, la educación, la participación política, y el vivir digna y felizmente. Denuncian que el ansia de acumulación causa desigualdad, crispación, injusticia y violencia; acusan al modelo económico vigente de antinatural, obsoleto, y de enriquecer a pocos, sumiendo en la pobreza y en la escasez al resto; se asumen como consumidores infelices, ignorados por sus autoridades, engañados por una abstracta rentabilidad económica que nunca redunda en beneficio de la mayoría; reniegan de una sociedad que ha puesto el dinero por encima del Ser Humano, y, cómo no, desconocen al sistema gubernamental y al sistema de partidos políticos como representantes de sus intereses y necesidades más básicas.

Lo último significa, por lo menos para los manifestados, que los sistemas de representación y de mediación entre el estado y la sociedad han colapsado, y que el colectivo de los Indignados se ha convertido en lo que por acá bien conocemos como un movimiento social.

La gran paradoja, y escándalo para los locales que se avergonzaban de nuestros movimientos sociales, es que sus espejos en Europa emulan nuestros métodos de lucha social, también en contra y en respuesta al Fondo Monetario Internacional, aquel zombi que al parecer nunca se podrá matar, mientras prevalezcan los intereses de la banca multinacional. En el caso europeo actual, el FMI realizó la célebre y funesta “visita” a los estados, acompañado de dos secuaces, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. La maligna receta es la misma que impusieron en nuestros países, y que causó finalmente las insurrecciones populares que embarcaron a nuestros Gonis, De la Ruas, Y Lucios Gutiérrez en los helicópteros en los que fugaron, por la puerta trasera, hacia el confín de la historia.

Quién lo diría, movimientos sociales griegos, portugueses, irlandeses, islandeses o españoles, suplantando al sistema de partidos y sindicatos en una lucha movilizada contra gobiernos títeres y periféricos, dispuestos a cargar todo el peso del ajuste estructural en los hombros del ciudadano común, con tal de que los grandes bancos cobren lo que prestaron de manera dudosa.

Es verdad que por éstos lares, el proceso de toma de conciencia y rebelión tomó más de diez años, y que es difícil prever el ritmo del proceso en una sociedad tan distinta como la europea. ¿Será por eso que los políticos allá todavía están tan tranquilos?

4 comentarios:

  1. Decía Ercilla que "no hay nada más difícil, bien pensado, que reconocer a un tonto si es callado" qué lastima me dais los escribidores que escribis de lo que no teneis ni idea y aún así os atreveis a opinar.

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  2. El sr. Forún posee un océano de conocimientos, de un centímetro de profundidad

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  3. Buen intento. Estilo contemporáneo. Ideas oxímoronicas.
    En la recesión de buen periodismo, escribir cualquier cosa sobre cualquier cosa se vale. De algo hay que vivir.
    La perseverancia es madre de la buena cosecha.

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  4. Distinguido Ilia Fortun, se hizo el milagro, no se acortaron las semanas, escribio mas seguido, que bien, muchas gracias. Hay varios comentarios negativos, hay que dar gracias al de arriba, como Ud. muy bien lo identifica, que haya gente de ese tipo, asi podemos diferenciarnos de ellos, que en vez de materia gris, tienen materia color cafe, a buen entendedor pocas palabras. Tener un oceano de conocimientos de 1cm. de profundidad es mucho mejor que tener un charquito de una molecula de profundidad, vaya diferencia, en fin lo que Natura no da, Salamanca al huevo que lo preste. No por estar en situaciones privilegiadas implica conocer y tener ideas correctas, todo lo contrario. El de afuera ve mucho mas y siente en carne propia lo que el de adentro jamas ni siquiera podra imaginar. Gracias una vez mas por sus espectaculares comentarios, si darian el premio Oscar a los mejores opiniones, Ud. distinguido Ilia, se lo aseguro, tendria su casa repleta de esas estatuillas.

    Aquiles Castro
    San Pablo, Brazil

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