jueves, 2 de diciembre de 2010

Esto va a ser muy divertido (Columna Bajo la Sombra del Olivo-Página Siete-02/12/10)

Anteayer, un diario paceño destacaba en su portada, un titular referido a la publicación de cables diplomáticos de Estados Unidos, que decía: “Escándalo por espionaje: Argentina ayudó a EE.UU. en Bolivia”. El encabezado de primera plana, sugería claramente la revelación de una conspiración secreta de los Estados Unidos contra Bolivia, con la complicidad del gobierno argentino. Mirando ya el desarrollo de la noticia en las páginas interiores, y la cobertura de otros periódicos acerca de la misma noticia, se puede ver que en realidad se trató de una gestión diplomática (me imagino que muy común en el ámbito internacional) emprendida por el gobierno norteamericano para intentar normalizar sus relaciones con Bolivia, acudiendo a los buenos auspicios de la presidenta Cristina Fernández, por su afinidad política y su amistad con el presidente Evo Morales; una operación medio ingenua tal vez, pero nada parecido a una conspiración, a una operación de espionaje, o a un escándalo.

En el transcurso de ese cometido, la presidenta argentina le dijo al embajador americano en Buenos Aires, que Evo no es una persona fácil, y que si querían suavizar su relación con Bolivia, todos tendrían que tener paciencia. Los medios también le dieron tono de escándalo a algo que hasta el último de los bolivianos, y probablemente la mitad del planeta sabemos de memoria: que nuestro presidente es un hombre difícil. ¡Vaya primicia!

La primera bala de Wikileaks con el nombre de Bolivia, resultó entonces ser de fogueo, y representa muy bien el riesgo de precipitarse desesperadamente sobre información parcial. Digo información parcial, porque de los 251.287 cables que se publicarán en el portal de Wikileaks, hasta el momento sólo se han publicado 281. Como ocurre con toda la información en el Internet, seguramente el noventa y nueve por ciento del cuarto de millón de cables, no dirán nada del otro mundo, lo que no quiere decir que el restante uno por ciento pueda ser una bomba atómica. Además, Wikileaks ha anunciado que no publicará todo el material ahora mismo, y que ha vendido un paquete de información a cinco grandes periódicos; esto seguramente le garantiza a la organización la difusión global y la administración del “goteo” periodístico durante largo tiempo, además, claro está, de cinco cheques gruesos. Por el momento, estamos entonces a merced del filtro de estos cinco periódicos, a los que se les ha vendido la carne, mientras en el portal se publica el hueso y la grasa.

De todos modos, la bochornosa filtración promete muchas vergüenzas públicas para el gobierno gringo y una sarta de bofetadas para toda esa gente que todavía intenta hacernos creer que el mundo está dividido entre nosotros, los salvajes, y ellos, los civilizados, llamados a ser los jueces y comisarios del mundo, en aras de la democracia, la libertad y los derechos humanos. La desclasificación forzada del correo interno de la cancillería americana, mostrará al desnudo que esos valores y principios no significan nada, que detrás de ellos solamente hay intereses, que para protegerlos se hacen las cochinadas que sean necesarias, y que en ese fango, la supremacía ética del imperio es un insulto a la inteligencia. ¿Le parece que lo de “imperio” es una retórica anacrónica?, pues le propongo leer el contenido y el tonito de la “correspondencia” para constatar (a pesar de su decadencia) la actitud y la práctica imperial del estado gringo.

Lo que está fuera de toda duda, es que esto va a ser muy divertido.

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